domingo, 23 de agosto de 2015

CdD en Cusco

La última actividad de ciudad de Dios no fue algo común esta vez fue realizada en cusco en una aldea de niños los cuales fuimos a alegrar y a conocer. En realidad comenzó antes de viajar ya que teníamos que llevar algunos útiles escolares y cartucheras para los niños que vivían allí, a mi me pareció un regalo un poco simple y apresurado pero lo conseguí igualmente. Una vez que llegamos al cusco sentí que me iba a morir, la altura me había chocado más de lo que creía, quería vomitar me dolía la cabeza, y apenas podía caminar y encima hacia un frió que te inmovilizaba. Pensé que al llegar al aeropuerto nos llevarían al hotel para aclimatarnos  pero no fue así. Al parecer estábamos atrasados y tuvimos que apresurarnos cosa que no mejoro mi situación.
Yo sabía que la aldea era como un puericultorio similar al de Lima al que íbamos varias veces, pero no era tanto así en parte por que los niños no usaban uniformes y ademas el lugar lo notaba un poco más pequeño. Pero por lo menos ellos parecían mucho más enérgicos que yo en ese momento ¿Hasta que punto la vida de los niños en esas condiciones puede hacer que vean las situaciones como la que pasaba yo, en algo menos doloroso? Es que en parte yo pensaba que los niños no les importaba el frió ni el sol ni el que alguno tenia un pequeño corte o que hayan venido de jugar y estén cansados. Para ellos no existía el cansancio ¿De que manera podía mejorar mi estado para poder conocer a esos niños? Realmente no podía ni hablar con ellos porque cada vez que aguantaba un poquito la respiración para hablar me daban nauseas. Ahora que lo pienso fue muy curioso ya que una amiga me ayudo a conocer a un niño(trabaja en comunidad) y fue curioso por que el niño no sabia hablar o si sabia no se le entendía ya que tenia una especie de infección en su boca y se le escuchaban ruidos muy bajitos, se llamaba Ciro. Prácticamente estábamos en las mismas y no es que eso mejore mucho la situación pero ya no tendría la presión de estar hablando con un niño y estar muriéndome al mismo tiempo.

Luego de intentar entenderme con el niño hablando y darme cuenta que no se podía, nos dieron algunos colores para dibujar nuestra vida y curiosamente Ciro sabia pintar pero no dibujar además era muy tímido. me di cuenta que me entendía y yo a el por que movía la cabeza al decir si o no le pregunte si quería jugar  me dijo que si, yo le preguntaría que quería que yo dibuje y el lo pintaría así que pedí algunas temperas (Organiza Actividades) nos divertimos y me contó cosas muy básicas de su vida pero por lo menos nos conocíamos mejor.
La verdad la actividad en la aldea me fue mejor que con muchas actividades en el puericultorio y me ayudo a tener más experiencia con lo niños y creo que Ciro la paso tan bien como yo el me ayudo a descubrir que los niños pueden darte una sensación de alegría distinta y gracias a él supe que me puedo llevar bastante bien con los niños y que tengo paciencia para ellos, desearia volver alguna vez en el futuro.

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